El caso de la compañera Valeria Alonso de la Dirección de Contabilidad del Rectorado se plantea desde el lunes (22/06) tras cuatro asambleas consecutivas como un PUNTO DE INFLEXIÓN, cuatro asambleas con participación constante de más de 100 compañeros que permanecen por más de dos horas cada día en la discusión y dispuestos a dar las luchas necesarias para que la compañera sea reinstalada en su cargo, se llame a concurso y de esta forma se comience un proceso que de manera definitiva solucione el problema de la carrera administrativa no docente y las estructuras.
¿Qué son las ESTRUCTURAS y cuál es su relación con la CARRERA ADMINISTRATIVA?
Las estructuras son las categorías y las funciones de cada área. La manera de organizar el trabajo en función de la tarea a realizar. En ellas se prevé la cantidad de jefaturas por sector y se asignan las responsabilidades de cada uno de los trabajadores. Su relación con la Carrera Administrativa se da, por ejemplo, en el supuesto que un trabajador que ha comenzado en el área con una categoría baja y pequeñas responsabilidades tiene la posibilidad de ir capacitándose y adquiriendo la experiencia necesaria para concursar el día de mañana una categoría superior y desarrollar tareas de responsabilidad superior.
Si los cargos de responsabilidad superior y categorías más altas no se concursan, ni se respetan en la confección de una estructura esto afecta a todo el sector eliminando las posibilidades de ascender en la carrera administrativa de toda esa área.
¿Por qué tienen que participar los trabajadores del sector en la preparación de la estructura?
Por que ningún funcionario de turno, ni personal de otra área está en condiciones de poder saber y mucho menos organizar la particularidad del trabajo del sector. Nadie mejor que los trabajadores que desempeñan sus tareas a diario puede saber cuáles son las necesidades del sector y la naturaleza de sus funciones. Es por esto imprescindible que para que las estructuras sean representativas participen los mismos trabajadores en su armado de manera conjunta con el gremio y las autoridades.
¿Cómo se garantiza la transparencia de los concursos?
No es cierto que no haya gente capacitada para ser un buen jurado en un concurso. Y no hay transparencia si en el mismo se designa como parte del jurado a los funcionarios de turno de la gestión. Basta recurrir a directores o jefes de departamento de otras Facultades o Instituciones Universitarias que hayan concursado su propio cargo. Esta es una práctica común en todas las Universidades Nacionales.
Además tiene que darse la publicación del concurso en tiempo y forma de manera que todos los trabajadores que estén interesados en presentarse puedan hacerlo tras tener conocimiento del mismo. En el concurso debe priorizarse y dar mayor puntaje al conocimiento del aspirante y su capacidad de desempeñarse en la tarea concursada antes que a cuestiones subjetivas como la “entrevista personal” como ha pasado en los concursos que se hicieron en la Dirección General Administrativa o en la Jefatura de Control de Asistencia.
El eterno problema de los contratos y los pase a la planta…
Es necesario que se establezca definitivamente un mecanismo transparente de ingreso a la Universidad de Buenos Aires. Para eso nuestra propuesta continúa siendo la creación de una Bolsa de Trabajo Pública, donde tengan prioridad los familiares de los trabajadores que formamos parte de la planta permanente.
Y, por sobre todas las cosas, que haya un límite en el tiempo en que el trabajador puede permanecer como contratado, para luego pasar a la planta tras concursar sin tener que mediar una lucha por el derecho a la estabilidad que no sólo es justo y legal sino que sólo en Rectorado se ve incumplido de manera sintomática. En la mayoría de las Facultades esto es un hecho y tras un período el trabajador que ingresó con un contrato logra su estabilidad sin mediar mayor problema.
Las locaciones de servicios encubren la relación de dependencia del trabajador
Muchas veces los trabajadores que son incorporados a la Universidad con un contrato de locación de servicios realizan trabajos permanentes. Así, estos trabajadores sufren una doble explotación teniendo que cumplir con las obligaciones de un trabajador de planta pero sin tener sus mismos derechos y beneficios. Se los hace facturar, no cuentan con las licencias ni los derechos del resto, no tiene Obra Social ni ART. Se encubre una relación de dependencia como trabajador de la Universidad y dejándolo desprovisto de la cobertura ante el caso de despido arbitrario.
El sindicato debe ser el primero en impedir que esta modalidad siga implementándose y que todos los trabajadores sean contratados en planta transitoria para posteriormente pasar a planta permanente tras concursar el cargo que corresponda.
Basta de locaciones de obra, terciarización y privatización de sectores!
Las locaciones de obra son la figura mediante la cual la Gestión utiliza indiscriminadamente los fondos de la Universidad y le permite ubicar y negociar a discreción. Millones de pesos se gastan de esta manera y no hay un control en este sentido.
Esto va de la mano con el proyecto que tiende a vaciar las funciones de las estructuras permanentes del Rectorado a través de la tercerización de servicios, contratos con empresas privadas para que cumplan con las tareas que le corresponde desarrollar al personal no docente: reconocimientos médicos, departamento de sistema, limpieza, seguridad, etc.
Los trabajadores tenemos que rechazar enérgicamente esta modalidad vaciadora de la Universidad Pública por que atenta directamente contra nuestras tareas quitándoles contenido y dejando la puerta abierta para que se vayan cerrando sectores y departamentos.
Lo que tenemos es que reclamar los elementos necesarios para que los compañeros de estos sectores puedan desempeñar correctamente sus tareas y que no les quiten las funciones para luego contratar a una empresa privada.
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