Con posterioridad a la asunción de Catalina Nosiglia como Secretaria Académica de la UBA, y fundamentalmente a partir de diciembre por la complicidad de la Comisión Interna de Rectorado, el avance de las autoridades hacia el edificio de Uriburu 950 es intenso y sistemático, violando derechos básicos de los trabajadores.
Inventaron una Subsecretaría (“de innovación y calidad”) para justificar por un lado, el ingreso de personas afines a Nosiglia en un edificio que se ha caracterizado por luchas y medidas de fuerza por las condiciones laborales de los compañeros no-docentes. Y por otro, intervenir directamente en los asuntos de las Oficinas de Titulos y Planes y de UBA XXI, con la presencia activa de Graciela Gauna (la 2da en la comisión interna después de Julieta Vitullo).
De este modo, las autoridades burlaron las Direcciones de Títulos y la carrera administrativa de los compañeros que allí se desempeñan, ofreciendo cargos y promesas para cometer sus objetivos. Han extendido 2 horas la atención a los alumnos sin ingreso de personal (una demanda histórica del sector) y han corrido personas y oficinas “a gusto y piaccere”.
A su vez, mudaron a Uriburu oficinas de la tecnicatura del gremio, obligando al Departamento de Alumnos y el de Cómputos de UBA XXI a mudarse en condiciones totalmente precarias y sin ningún sentido de la planificación. Hoy por hoy, los compañeros de Alumnos atienden las demandas de los alumnos ingresantes a UBA XXI en medio de un pasillo y sin cumplir ningún criterio mínimo de salubridad, higiene y condiciones de trabajo.
El control de Caty Nosiglia en el edificio también se ve reflejado por el manejo de la “caja chica” de UBA XXI que impide el desempeño con autonomía de ese Programa, llevando a puntos extremos e inauditos la supeditación de esa Dirección hacia la Subsecretaría antes mencionada.
A través de la orden de Académicas, la Directora de UBA XXI Claudia Lombardo y su vice, Diana Mazza, no solamente en diciembre despidieron a 3 trabajadores que trabajaban con contratos tercerizados, sino que este año profundizaron el autoritarismo a través de mudanzas compulsivas de oficinas e incluso desarmaron el Área de Investigación. Detrás de un supuesto plan de reformulación del programa, aparecen las verdaderas razones: la única oficina del programa que ha sido desmantelada es casualmente la integrada por tres compañeros que tuvieron un destacado activismo en el conflicto de 2010; los tres compañeros fueron separados cuando trabajaban en la misma área y oficina.
Como Lista 9 repudiamos este plan de las autoridades para el edificio Uriburu 950 y expresamos:
- Inmediato cese de la persecución y el hostigamiento a los compañeros que luchan.
- Restitución de tareas a los 3 compañeros despedidos en UBA XXI y pase a planta permanente.
- Respeto a la carrera administrativa en Títulos y en UBA XXI, que no entren cargos por la ventana.
- Incorporación de personal en la oficina de Títulos, a través de una bolsa de trabajo elegida democráticamente por los trabajadores de allí.
Marzo de 2011
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